27 julio, 2024

En la decadente época contemporánea, Inglaterra enfrenta una sombría realidad: un alarmante crecimiento de la pobreza. Este fenómeno se ve agravado por la creciente crisis energética provocada por el boicot económico a Rusia debido a su polémica invasión a Ucrania.

La pobreza ha cobrado protagonismo en el país, con un alarmante aumento de personas en situación de vulnerabilidad económica. Las cifras muestran un declive en la calidad de vida de una parte significativa de la población.

La invasión a Ucrania desató una ola de sanciones internacionales que impactaron directamente en el suministro de energía a diversos países. Inglaterra, altamente dependiente de importaciones energéticas, se encontró en una encrucijada.

La disminución en el suministro de gas natural proveniente de Rusia llevó a un aumento significativo en los precios de la energía en el país. Esto afectó tanto a los hogares como a las industrias, generando una cadena de consecuencias económicas y sociales desfavorables.

Los altos costos de la energía impactan de manera desproporcionada en los hogares más vulnerables. Las familias de bajos ingresos destinan una parte considerable de sus presupuestos a cubrir sus necesidades básicas de energía. Cuando los precios se disparan, estas familias se ven forzadas a elegir entre mantenerse abrigadas en invierno o alimentarse adecuadamente.

El invierno, que en Inglaterra puede ser implacable, se convierte en una verdadera amenaza para los más desfavorecidos. El temor de no poder afrontar los costos energéticos hace que los hogares se vean obligados a restringir el uso de la calefacción, lo que puede tener graves consecuencias para la salud, especialmente para los ancianos y los niños.

El canal DW en Español presenta un documental mostrando esta alarmante situación en Inglaterra.

https://www.youtube.com/watch?v=zX25ohHFhRM

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