El corazón de la cultura estadounidense ha estado históricamente ligado a la idea de la libertad individual, un ideal arraigado en la Constitución de los Estados Unidos. La Segunda Enmienda de dicha Constitución, redactada en 1791, garantiza el derecho a portar armas, y con el tiempo, este derecho ha sido magnificado hasta alcanzar proporciones míticas. Los defensores de la libre tenencia de armas argumentan que el acceso a ellas es una salvaguarda esencial contra la tiranía del gobierno y una forma de proteger la libertad personal.
No obstante, la realidad ha demostrado que esta concepción de la libertad armada es una doble espada que ha cortado a la sociedad estadounidense en pedazos. La facilidad de adquirir armas ha dado lugar a una cultura de violencia armada que amenaza las mismas bases de la democracia. La libertad de unos pocos para portar armas se traduce en la esclavitud del miedo para muchos otros, que viven atenazados por la preocupación constante de ser víctimas de un tiroteo.
La lucha por el control de armas en los Estados Unidos es una batalla que parece no tener fin. La poderosa influencia de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) y otros grupos de presión pro-armas han obstaculizado en gran medida cualquier intento serio de implementar reformas significativas en la regulación de armas. El miedo a perder una supuesta libertad individual y la desinformación alimentada por intereses creados han socavado los esfuerzos para proteger la vida y la seguridad de la población.
En otros países, el control de armas ha demostrado ser eficaz en la reducción de la violencia armada. Sin embargo, en los Estados Unidos, el argumento de que “las armas no matan, las personas sí” ha sido utilizado para evitar cualquier avance en materia de regulación. Es cierto que las personas son responsables de apretar el gatillo, pero también es cierto que el fácil acceso a armas de fuego letales aumenta drásticamente las posibilidades de que tragedias ocurran.
El canal alemán DW en Español presenta un informe sobre el conflicto de violencia en los Estados Unidos.
