27 julio, 2024

En la encrucijada de la memoria, donde la nostalgia se mezcla con la alegría efervescente de la juventud, se erige un monumento invisible pero poderoso: El Italpark. El documental participó del 25 BAFICI. Por Nito Marsiglio.

Un parque de diversiones que una vez reinó en la bulliciosa ciudad de Buenos Aires, dejando una estela de risas, emociones y memorias imborrables en la mente de quienes tuvieron el privilegio de experimentarlo. Con su entrada majestuosa, invitaba a los visitantes a sumergirse en un mundo de fantasía y diversión, donde la emoción vibraba en cada rincón y la magia se desataba en cada atracción.

Con sus característicos juegos mecánicos y su icónico escenario, el Italpark se convirtió rápidamente en el lugar de encuentro preferido de generaciones enteras. Desde las risas contagiosas en la montaña rusa hasta los gritos de emoción en la rueda de la fortuna, cada visita al parque era un viaje inolvidable a través de las emociones humanas más intensas.

Pero más allá de sus atracciones, el Italpark era un símbolo de la identidad porteña. Era el lugar donde los jóvenes se enamoraban por primera vez, donde las familias se reunían para celebrar cumpleaños y donde los amigos forjaron lazos indestructibles. En sus terrenos, se tejieron historias de amistad, amor y aventura que perdurarán para siempre en el tejido mismo de la ciudad.

Sin embargo, como todas las cosas bellas, el Italpark llegó a su fin. Tras décadas de ser el epicentro de la diversión en Buenos Aires, el parque cerró sus puertas en 1990, dejando tras de sí un vacío difícil de llenar. Aunque otros parques de diversiones han surgido desde entonces, ninguno ha logrado capturar la esencia única y la magia inigualable del Italpark.

Con este documental Juan Carlos Dominguez nos retrata el nacimiento, fulgor y muerte de ese lugar mágico que quedó grabado en nuestros corazones.

3 thoughts on “ITALPARK, de Juan Carlos Dominguez. Un viaje nostálgico a través de los recuerdos. Crítica.

  1. Muchísimas gracias chicos, pude volver a mi infancia y un recuerdo enorme que tendré siempre, me encantó encontrarlos y poder ver el documental, nunca pude ir a la plaza donde estaba el parque, quizás ponga fuerza y pasar, voy a seguirlos siempre y obviamente invitando a que puedan conocer lo hermoso que era. Besos Karina

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