El próximo 27 de Julio llega al Cine Gaumont, Avenida Rivadavia 1635, el estreno de Nuestra venganza es ser felices, ensayo documental dirigido por Malena Villarino y protagonizado por Sonia Sánchez, víctima de trata y activista por los derechos humanos. El film tendrá funciones diarias a las 20:15hs hasta el 2 de agosto. El estreno llega en la semana internacional de lucha contra la trata de personas, y será acompañado con una performance en la Plaza Congreso, frente al Cine Gaumont, el mismo Jueves 27 de Julio a las 19hs. Por Nito Marsiglio.
La película fue presentada en el III Foro Internacional de Derechos Humanos de la UNESCO, que se realizó en la Ex Esma, Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti en marzo, y más tarde formó parte de la edición 24° del BAFICI, en la sección Políticas.
La película cuenta la historia de Sonia Sánchez, quien llegó siendo apenas una adolescente empobrecida desde el norte chaqueño a la ciudad de Buenos Aires. Al arribar a la gran ciudad, trabajó como empleada doméstica unos meses, hasta que terminó renunciando y viviendo en la calle. Luego de cinco meses de pasar hambre y frío comenzó a ser prostituida en la Plaza Miserere. Luego de ser violada durante un año sistemáticamente, todos los días, con apenas 17 años, decidió buscar otra alternativa y consiguió un supuesto trabajo de “camarera” en Río Gallegos. Una vez que arribó a la ciudad quedó atrapada en una Red de Trata durante cinco largos años. Logró escapar y volver a la ciudad de Buenos Aires, aunque una vez allí no tuvo elección y volvió a ser prostituida en la calle. Hasta que un día un mal llamado “cliente” la golpeó hasta casi dejarla sin vida. A partir de ahí se produjo un enorme cimbronazo en la vida de Sonia. Un fuerte quiebre de su identidad, y comienza el largo camino de reconstrucción, tomando conciencia de que hasta ese momento ha sido un objeto de explotación sexual, y se pregunta ¿Quién soy?.
Allí se inicia un proceso que dura hasta el día de hoy de reconstrucción de identidad. Comienza a ser escritora y militante feminista y hoy es una referente a nivel mundial de la lucha contra la trata. La película no solo narra la historia de Sonia, sino que partiendo de allí, la usa como catapulta y disparador para poner en cuestión a todo el sistema patriarcal y prostituyente que nos atraviesa diariamente como sociedad.
La directora Malena Villarino reflexiona acerca de su objetivo con esta película: “Mi objetivo es, a través de la lucidez y la mirada de Sonia Sánchez, lograr conmover e instalar el tema de la trata de personas, (que miles de mujeres siguen desapareciendo hoy en día, en democracia), instalar el tema del uso y abuso de los cuerpos de las mujeres, de la elección en un sistema neoliberal y explotador. Que se instale el debate y la reflexión de hasta dónde todo es comprable o vendible ¿La libertad tiene precio? ¿todo tiene un precio?. Poder desde el arte generar una gran lupa que ponga el foco en las situaciones de mayor vulnerabilidad y abuso, pero también ponga el foco en los y las espectadoras, en sus propias prácticas y vivencias cotidianas, en cómo todas y todos de alguna forma colaboramos para que esos abusos se sigan perpetrando. Siempre deseé como directora que las películas rebasen los cines, y que inunden las calles, y eso es lo que se está generando, después de cada proyección, la gente sale del cine queriendo construir un mundo más libre y justo.”