En medio de una era caracterizada por la incertidumbre y la inestabilidad geopolítica, es comprensible que nos preguntemos si nos encontramos al borde de una tercera guerra mundial y si la amenaza de una guerra nuclear se cierne sobre nosotros.
Es innegable que el mundo enfrenta una serie de conflictos y tensiones, alimentados por rivalidades políticas, disputas territoriales y diferencias ideológicas. La escalada de retórica belicosa y los movimientos militares en algunas regiones pueden generar preocupación legítima.
Si sumamos a la posibilidad de un enfrentamiento entre la Otan y Rusia y la frenética escalada en la producción armamentística es razonable preocuparse por que las cosas se salgan de las manos.
En este comunicado de la agencia Télam el presidente ruso se refiere a movimientos de armamentos nucleares.