En esta tarde apacible de un viernes, el mundo del espectáculo argentino se cubrió de luto. Claudio Rissi, el inolvidable Marito Borges de la aclamada serie “El Marginal,” nos dejó a la edad de 67 años. Por Nito Marsiglio.
Durante más de cuatro décadas, Claudio Rissi trazó un camino en el mundo de la actuación que resonó en los corazones de todos aquellos que tuvieron el privilegio de disfrutar de su arte. Desde papeles secundarios que pronto se erigieron como pilares de la cultura popular hasta sus icónicas interpretaciones en cine, televisión y teatro, Rissi dejó una huella imborrable.
Nacido un 22 de mayo de 1956 en el barrio de Boedo, Rissi comenzó su formación en un modesto taller de actuación en el club River Plate, antes de ingresar a la prestigiosa Escuela Nacional de Arte Dramático. Desde sus primeros pasos en el mundo del teatro, se destacó por su versatilidad y pasión por el oficio.
Uno de sus personajes más recordados fue el comisario Filpi en “El Puntero,” un papel que demostró su habilidad para encarnar a personajes complejos y multifacéticos. Pero fue como Marito Borges en “El Marginal” que Rissi conquistó los corazones de la audiencia argentina y más allá de sus fronteras. Su actuación en la serie fue inolvidable, convirtiéndo a Marito en un ícono de la televisión.
En el teatro, Rissi también dejó su impronta con personajes emblemáticos como el Tatita en “Terrenal” de Mauricio Kartun y “Taqueño” en “Kilómetro Limbo” de Pedro Gundesen, donde interpretó a un gaucho transformista en un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires. Su presencia en las tablas era magnética, y su dedicación al arte teatral era evidente en cada actuación.
En el cine, Rissi participó en más de 30 películas, incluyendo “76 89 03,” “Aballay, el hombre sin miedo,” y “La novia del desierto”. Su talento le valió el reconocimiento de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina, quienes le otorgaron tres Cóndor de Plata por su destacada actuación en diferentes películas.
A lo largo de su carrera, Rissi también fue honrado con el premio ACE de la Asociación de Cronistas del Espectáculo de la Argentina por su labor en “Terrenal.” Su legado en la actuación es innegable, y su pasión por su trabajo se manifestaba en cada personaje que interpretó.
Pero más allá de sus logros en la actuación, Claudio Rissi era un hombre que apreciaba la vida en su esencia. Durante sus últimos años, enfrentó valientemente una dura enfermedad y compartió con el mundo la frase que le sirvió de guía: “Los sueños son el motor para que la vida no sea nada más que un trámite aburrido y mediocre.”
Hoy, mientras el telón cae sobre su vida, recordamos a Claudio Rissi como un actor apasionado, un hombre que abrazó su sueño de ser actor y lo llevó a lo más alto. Su legado perdurará en cada personaje que interpretó, en cada película que protagonizó y en los corazones de aquellos que tuvieron el privilegio de conocer su arte. Que su vida no sea un trámite, sino un recuerdo imborrable en la historia del espectáculo argentino. Descansa en paz, querido Claudio Rissi. Tu luz brillará eternamente en el firmamento de las estrellas de la actuación.